Patricio rey metió la cola
Fueron dos días que conmovieron al mundo ricotero. En pocas horas
se agotan las 50 mil entradas para el show del Indio Solari en el Estadio
Malvinas Argentinas de Mendoza. Con la velocidad de lo inmediato, el anuncio se
viralizó por redes sociales y foros que devinieron nodos de expresión de la
impotencia y el malestar.
Un comunicado firmado por Indio y su equipo, pide disculpas por la
situación y promete un nuevo recital en diciembre, parece que no hay vuelta
atrás, “en los estadios cerrados no se presenta la posibilidad de modificar
lo que el espacio físico limita”. Una frase que, inconcientemente, hace
mella en el imaginario redondo de disponerse hacia lo ilimitado e
infinito; copar la luna, habitar masivamente autódromos o
hipódromos que no son más que mesetas sin estriar en donde se diluyen las
fronteras entre el púbico y el horizonte, viajar por todo el país (en este
sentido, Mendoza es tierra de barbaros, aún no anexada al dominio del Rey
Patricio) ir a un recital con o sin entrada (pero nunca verse con el inédito
cartel de sold out), pactar fidelidad hasta después de la muerte.