¿Qué
es la vitalidad?
Cómo se mueven. La muestra
de la eterna juventud. No se puede creer cómo está Jagger físicamente. Están intactos.
De todos estos enunciados
que apuntan a celebrar una vitalidad abstracta ligada a aspectos físicos, hay
una palabra que quiero discutir más que ninguna: intactos. Como si el tiempo no
les pasara, dicen. Mentira: el mérito es que el tiempo les pasó; pero ellos lo
pasaron a él.
Es la diferencia entre lo
intacto y la duración. Lo intacto deja incólume a un cuerpo del roce de la
experiencia. Las cosas pasan, pero no lo tocan. La duración expone las
diferentes fluctuaciones por las que pasa una vida en función de los hechos que
la van afectando y los ciclos que emergen a raíz de esa dinámica.
Los Stone fueron contemporáneos.
Contemporáneos en tanto ser una fuerza social que no se acomodaba al presente establecido.
No se sentaban cómodos en los lugares que les esperaban. Eran un presente puro
que reclamaba una vida propia. En una entrevista le preguntan a Brain que hacía
antes de la banda y decía: “estaba esperando que ocurra algo”. Ese algo fue el
rock y los Stone.
Durar es una permanencia
que exige un trabajo: ensayar, pensar los shows, componer, viajar, superar los
quilombos internos y personales, reponerse del tiempo biológico y las facturas
que hace llegar. Luego de tantos años y tantas marcas en sus cuerpos, siguen. Continuar
durando, eso es vigencia.
Esa vigencia de lo contemporáneo
para los Stone –durar hasta hoy- es lo más bancable de ellos como vitalidad.
Vitalidad que permite una vigencia que no es monopolio de la banda. Para que la
banda dure se nutre de nuestra energía. Ellos lo dicen siempre: les gusta hacer
lo que hacen, no imaginan su vida sin la banda. Es cierto. Pero para activarse
necesitan de un combustible. Y esa fuerza que le da vigencia a los Stone proviene
de nuestros cuerpos. Richard lo explico varias veces: siguen porque saben lo
que nos generan. Circularidad que apreciamos en los recitales: de la banda se reían
todo el tiempo, se miraban sorprendidos, Jagger agitando con cualquier cosa que
le tiren, y nosotros ahí abajo, disfrutando de todo.
Leer a los Stone como algo
intacto, simple formalidad joven, dando valor de por si a estar flaco, moverse,
no es el balance que queremos hacer. Menos todavía negar nuestra parte en la
banda. Si llegaron hasta acá, es porque algo nosotros también les provocamos
para que arranquen otra vez y sigan durando.
Pos recitales, con este
cosquilleo que nos quedo en los nervios, pedimos que vuelvan. Que sigan
tocando. 200 años más. Pero también los Stone son una imagen de vida. La
postura de cómo morir implica una postura de cómo vivir. Una de las imágenes
que dio el rock fue la de vida intensa y muerte joven. Que importa vivir mucho
si se vive muerto. Fue una opción. Los Stone proponen durar en lo contemporáneo.
Trabajar por ser nosotros mismos. Subsumir la existencia en hacerse vigentes. Nos
pregunto: ¿cómo ser hoy contemporáneos de nosotros mismos? ¿Aceptamos de una el
mandato de que hay que vivir para generar guita, de entregar casi todo el
tiempo y la energía al laburo? ¿Cómo construir una duración propia y darle
vigencia? Preguntas que se van armando en esta nausea del pos La Plata. Legado pedagógico
de sus majestades en esta visita.
Estimado Andres comparto plenamente el texto que escribiste, me deja pensando, un consulta, lo Intacto me resuena a la Adaptación la duración me resuena para el lado del movimiento, el devenir, como lo ves ?
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