El agite del capital
Algunas ideas en relación con el film “El Lobo
de Wall Street” (Martín Scorsese, EEUU, 2013).
1- Intro
La
película nos cuenta la vida de Jordan Belfort. Basada en su propia
autobiografía, Scorsese nos relata bajo un formato narrativo similar al de “Buenos
muchachos”, la historia de este empresario vendedor de acciones en la principal
hacienda bursátil del planeta: Wall Street.
Estamos
en mediados de los ochenta. Luego de algunos fracasos Jordan arma una compañía “Stratton Oakmont” que vende acciones baratas de
empresas falopa a gente de clase media baja y laburantes. Una máquina que se
conforma con sujetos de diferente
especie -desde abogados hasta delears- bajo la promesa de plata fácil. Y la
historia va bien: la empresa se pone en marcha y va creciendo vertiginosamente:
todos se hacen millonarios.
Pero
lo que les quiero contar es que la compañía manifiesta en su dinámica un componente
afectivo muy intenso; una electricidad atraviesa y enciende cada uno de los
cuerpos que la habita. Por eso en las líneas que siguen me interesa pensar algunas
manifestaciones de la mística empresarial, tirar algunas hipótesis de su
emergencia, como relacionar estos afectos con algunas de nuestras prácticas de
consumo.