viernes, 28 de diciembre de 2012

La complicidad de los inocentes.
Precariedad, (in) comodidades y adhesiones.

Ensayo del Colectivo Juguetes Perdidos (http://www.colectivojuguetesperdidos.blogspot.com/)


         Que somos combustible de este presente, que nuestros cuerpos (sus fuerzas, sus deseos, sus movimientos) sostienen las estructuras precarias de la actualidad, es algo que se nos planta día a día, y a veces en acontecimientos trágicos que lo muestran con ferocidad. Mucho hemos hablado de esta realidad que nos tiene como protagonistas: de aquellos saberes y prácticas que son sangre y carne de cañón de las estructuras y superficies frágiles de la ciudad, de los laburos, de los espacios sociales; y también de todos sus subsuelos... Toda una geografía que es contracara de la “felicidad pública”, de las imágenes del consumidor potente sujeto de la reactivación económica. ¿Cómo concebir la seguridad (sus discursos, sus imágenes, sus instituciones) sin la criminalización y las muertes jóvenes por gatillos fáciles?, ¿cómo pensar las mejoras en el mercado de trabajo formal sin la precarización de los pibes y las pibas de los deliverys, los call centers, las promociones, los locales de venta de celulares o de ropa de un shopping?, ¿o el boom del mercado inmobiliario y la construcción sin la pérdida de las vidas de los laburantes en las obras, las ocupaciones de tierras que terminan mal, los desalojos y los mil quilombos en torno a la vivienda?

Que ese roce con la superficie y subsuelo de la época no tiene correlato directo en el plano de “la Política”, también es algo evidente en las formas en que el tablero político y las politicidades se despliegan en estos últimos años de vuelta de la política, de militancia, de juventudes “politizadas”: la juventud como sujeto político representado o activando en el plano de la política representativa, pero corriendo o dejando en fuera de focomuchos de sus problemas,  inquietudes y saberes propios, o convirtiéndolos en demandas o consignas puestas a jugar en otro campo…

miércoles, 26 de diciembre de 2012


Otro diciembre caliente pero distinto al estallido de 2001

(Texto del Blog amigo “Lobo Suelto” sobre los saqueos del Jueves 20 y el Viernes 21 de Diciembre pasado - http://anarquiacoronada.blogspot.com.ar/-).

















Como una profecía autocumplida, finalmente en diciembre "pasó algo". Encadenando trágicas experiencias, visiones apocalípticas, déficit estucturales y una violencia que en algún punto se autorreproduce, el relato que coloca al mes de las fiestas como el más sensible del calendario se hizo realidad de modo sangriento.

No parece este trágico 20 de diciembre en Rosario equivalente al de once años de atrás. Crisis terminal de un largo período de depresión económica, el estallido de todo un régimen detonó entonces casi como una reacción física a un fin de ciclo político, económico y social. Con su tendal de muerte y tragedia, aquellos episodios tuvieron la inteligibilidad política de una rebelión, incluida su articulación policlasista, la resolución política y las consecuencias económicas.

El 2001 fue un punto de inflexión en la historia del país, prolegómeno de un cambio de paradigma que apalancó el crecimiento económico y las reparaciones políticas y sociales de la década de posterior. El activismo social, las organizaciones populares, la tradición y el sentido de la lucha política se hicieron paso, entre el caos de aquellos días, para darle un sentido determinado a la violencia.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Matar: ¿un acto amoroso?
Algunas ideas a partir de la película Amour de Micheal Haneke (Alemania, Austria y Francia; 2012).











1-El eclipse de una conciencia

El film expresa la historia de un matrimonio octogenario de clase media en Francia que comparten una vida tranquila: salir a conciertos, hacer las compras, comer juntos, escuchar música. Una pareja que en su constitución late vitalidad y que no se encuentra sostenida por una estructura vacía que se afirma por la inercia del hábito. Para nada. Pero un día mientras están comiendo, Georges percibe el primer síntoma de un cambio drástico que alterará para siempre su rutina: Anne desvaría. Se queda inmovilizada sin hacer gesto alguno. Georges está a punto de ir  buscar un médico pero escucha un ruido en la cocina y su mujer ahora está bien; cuando le consulta sobre lo ocurrido dice que no pasa nada y que se quede tranquilo. De este acontecimiento enpezará un devenir en caída libre donde Anne cada vez se verá más impedida a moverse como persona.


“Anne cada vez se verá más impedida a moverse como persona”. ¿Qué quiero decir? Persona es la síntesis siempre abierta entre los procesos de constitución del mundo y nosotros los individuos emergentes de ese proceso, con nuestro organismo, hábitos y lenguajes. Como individuos personalizados formamos parte de ese devenir creador con capacidad de intervención, aunque es una realidad que estructuralmente siempre nos desborda.

El organismo octogenario de Anne empieza a verse percudido luego del éxito biopolítico del hacer vivir. ¿Un A.C.V.? No sabemos. Lo cierto es que una persona se marchita y se pudre. Toda personalidad cuanta con la facultad de captar un entorno y reflexivamente operar en él. Cuando se modifica la anatomía de ese marco vital la persona se hace sensible a las nuevas coordenadas mutando y reconociendo como transitables los nuevos escenarios. En el caso de Anne esta conciencia se licua. Del atontamiento pasa progresivamente a la inmovilización de la mitad de su cuerpo, pérdida de funciones orgánicas, fallas de memoria, confusión de identidad, y postración absoluta. No se trata de un parate de su personalidad hasta que reconozca las nuevas condiciones, sino del derrumbe de sus capacidades síquicas y el ingreso a un mundo de sombras.

martes, 4 de diciembre de 2012

El banderazo ¿una forma de gobierno?
Pensamientos sobre una intervención política
















1- Jugador Número 12 y lucha de clases

El 26 de noviembre los hinchas de Boca organizamos un banderazo en reclamo de ventas de entradas para los no-socios que juntó alrededor de 2.000 personas. El asunto no es nuevo. Desde hace varios años ir a la cancha solo es para socios, estando cerrada la inscripción. Se vendían entradas para no socios pero solo algunas veces e ir de visitante era imposible.

Con Angelici se implantó la figura de “socio adherente”. Figura ambigua –sos algo, pero no del todo- el adherente cuanta con la posibilidad de ir a la cancha. Para eso debe pagar su entrada al precio común sin ningún descuento (60 mangos). La cantidad de entradas comenzó siendo de 1.500, 2.000, para pasar ahora a 5.000. ¿Cuáles son los requisitos para ser socio adherente? Tener tarjeta de crédito y pagar la mitad de la cuota todos los meses. La promesa es que pasan en algún momento a ser socios activos, plenos (de lo que va del año pasaron 3600). Para los que no somos ni adherentes ni activos, nunca hay entradas, dándose la insólita secuencia de ver claros en las tribunas de la bombonera y que haya una bocha de hinchas que queremos ir y no podemos.

El problema es la magnitud de la bombonera que no alcanza para todos los potenciales socios que quieran ir a la cancha. Es verdad. A su vez en estos años se achicó su tamaño por temas de seguridad –instrucciones FIFA sobre espectadores sentados- como por temas económicos. Y ahí viene la discusión: reciclar la tercera bandeja de la popular norte con plateas, la venta de entradas a turistas, la creación de los palcos Vip al lado de los bancos recientemente inaugurados, como que los socios adherentes para inscribirse deban tener tarjeta de crédito, son muestras de una dirigencia que entrega su imaginación a generar plata ninguneando a los hinchas con bolsillos pelados. Al problema de la escasez se le suman los criterios de la repartija frente a esa escasez.