1- La escuela y el yoga: una posible afinidad
A principio de año andaba
por la calle y me metí en una librería. Mientras pagaba una agenda encontré
sobre el mostrador un volante que me llamó la atención: talleres de yoga para docentes
en Liniers. Técnicas de respiración, ejercicios, charlas, toda una novedad bajo
el siguiente lema: “Si hay chicos nuevos, se necesitan docentes nuevos”. Me interesó
conocer la experiencia y problematizar su discurso sobre la importancia de los
talleres, los malestares áulicos, como se perciben a los pibes, entre otros. Aclaro
que es un ensayo sobre una intersección específica del yoga y los docentes en
el ámbito educativo: no se pueden sacar conclusiones lineales para todo lo que
es una escuela, como tampoco para
todo lo que genera el yoga. Lo cual
no significa que no se pongan en juego algunas coordenadas que nos sirvan a los
que laburamos dando clase sobre nuestras afecciones, iniciativas, frustraciones,
como también tener en cuenta un auge de hace años de un orientalismo diverso y
complejo que funciona como eficaz máquina de intervenir en los estados de ánimo.